Las Escuelas Pías publican anualmente un librito donde se recogen las efemérides importantes e intenciones de la oración en cada día. Hoy 13 de agosto orábamos por el P. Oscar León en su 37 cumpleaños y que seguro ya celebrará bajo el manto misericordioso de María Auxiliadora, advocación mariana de la comunidad que fue testigo de su proceso vocacional escolapio.
Hace apenas un año dejaba el barrio del Trompillo donde pasó los primeros años de su vida como sacerdote escolapio. Se estrenó como rector de la escuela Monseñor Romero y después, como iniciador del Liceo Madre de las Escuelas Pías. Durante cuatro años fue vicario parroquial de la Transfiguración y coordinador pedagógico de las Escuelas Pías de Venezuela.
Cuando se cerró la comunidad escolapia de Barquisimeto, asumió con valentía y con apoyo de la comunidad de Carora, el gran desafío de mantener viva la presencia escolapia y trabajar incansablemente para iniciar el proyecto que tanto le ilusionaba, un Liceo escolapio en el corazón del Trompillo.
Hace un año se le rompió un poco el corazón escolapio al dejar su Trompillo querido y aceptar la propuesta de ir a Valencia, a su ciudad natal, en su parroquia de origen, junto a su familia. Aceptó bien el cambio y lo vivió como una oportunidad. Sabía que era bueno cambiar el ciclo y asumir un nuevo desafío.
Y se le volvió a romper el corazón con la partida de sus padres fuera del país; dura experiencia para alguien tan pegado a la familia. Y apareció la «maldita tos» que periódicamente lo visitaba. No sabía, nadie sabía que fue el inicio de un proceso que lo llevaría al final.
Chamo, hoy cumples 37 años en el cielo. Eras muy joven y lleno de proyectos para irte tan temprano. Te apasionaba seguir estudiando y tenías talento para hacerlo. Querías seguir luchando por tu país porque estabas convencido de que sólo la educación crea un futuro mejor.
En la «otra orilla» seguro que te espera el gruñón de Jesús Zuazúa vestido de vasco, Alfonso Olazábal haciendo un chiste malo y el venerable José Fidel Unanua redactando un nuevo artículo para Analecta Calasanctiana. A todos ellos los cuidaste en su etapa final y seguro que te reciben con agradecimiento y con un buen tirón de orejas por lo gruñón que tú también eras.
Intercede por nosotros que todavía nos queda mucho trabajo acá en Venezuela y pide desde el cielo para que tengamos una buena cosecha de vocaciones. ¡Hasta el cielo!
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Gracias Padre por describir el amor y entrega de Oscar, ciertamente El Trompillo eternamente le querrá por cuidar y defender esta presencia.
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