Escuelas Pías Centroamérica y Caribe

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Fin Jubileo Calasancio en Maracaibo

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Para finalizar al Año Jubilar Calasancio en la presencia escolapios de Maracaibo, se celebró una Eucaristía en la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquira. Participaron alumnos del colegio Nuestra Señora de Coromoto y miembros de la parroquia San Ignacio de Loyola.

Maracaibo es una presencia escolapia reciente  y que está asumiendo con entusiasmo y dedicación la propuesta calasancia. Muchas bendiciones para todos ellos.

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Jubileo en Costa Rica


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Para culminar el Año Jubilar Calasancio la presencia escolapia de San José (Costa Rica) peregrinó al santuario nacional de Nuestra Señora de los Ángeles en la ciudad de Cartago.

Con mucho entusiasmo asistieron muchos alumnos y sus familias, docentes, administrativos, personal de apoyo, catequistas, scouts, exalumnos, compañeros pensionados y representantes de la Asociación de padres. También asistieron los internos de la Ciudad Hogar y los jóvenes del Centro Vocacional

Se dio gracias a Dios por la presencia de tantos padres escolapios que han pasado por Costa Rica y han dejado una huella tan profunda.

Es una bendición contemplar el rostro de los niños y jóvenes cantando en la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles, el himno a San José de Calasanz.

Escolapios de fiesta en Haití

alainPuedo gritar con mucha alegría que «el Señor ha hecho maravillas por mí, Santo es su nombre».

Celebrar hoy mi ordenación sacerdotal no tendría sentido si me olvidara de aquel 24 de abril del 2007 cuando conocí a esa gran familia escolapia. Un encuentroque iba transformar mi vida.

Resaltaré 3 aspectos fundamentales que me han ayudado a llegar hasta aquí:

Lo primero es la perseverancia en la vocación. Me acuerdo cuando ya había terminado los estudios de filosofía con los misioneros de Scheuts y no me aprobaron el inicio del noviciado. No fue un momento fácil. Después de 2 meses sentí una fuerza interior que me animaba a seguir alimentando mi vocación. Dejé mi país para seguir estudiando en Rep. Dominicana. El Señor no cesaba de hablarme, llamarme. Así fue que inicié un proceso de acompañamiento con los escolapios de Santo Domingo. Probé, me gustó y me quedé, así son las cosas de Dios. Me enamoré de las Escuelas Pías conociendo el tremendo trabajo que realizan en la Iglesia. No dejaré de decir que los niños de La Puya fueron motivos de esa perseverancia. Es ver a mi Jesús en sus rostros. También lo fue en los diferentes sitios donde me ha tocado estar.

El segundo aspecto es la calidad de la Formación Inicial. Sin una buena formación no hubiese sido quien soy yo ahora. Doy gracias a Dios por haber puesto a personas tan valiosas en mi camino para ayudarme. Desde Dominicana, Colombia y Venezuela donde estuve en formación. Agradezco de todo corazón hoy y siempre a aquellas personas que han contribuido a mi crecimiento personal. Nuestro Santo Padre Calasanz estaraá contento en el cielo .

El tercero y último es el amor a Cristo en los niños pobres y necesitados. Como bien lo dije más arriba, los niños representan mucho para mi vocación pero en primer lugar es Jesús quien ha puesto en mí dicho amor confiándome esa gran misión de servir a los suyos. Alimentarme diariamente de la Palabra de Jesús, de la oración es el motor de toda vocación, de esa opción de vida que yo he hecho. Es eso que quiero seguir viviendo en mi ministerio sacerdotal, estar unido a mi Jesús, estar atento a la escucha de su palabra para poder responder siempre a su misión.

Hoy sacerdote, el camino no acaba aquí sino es apenas que comienza. Sigo contando con la oración de todos para que pueda vivir con alegría y dignidad este gran ministerio.

Gracias mil por este día, una bendición de Dios llegar hasta aquí. Por eso repito «el Señor ha hecho grandes maravillas por mí, Santo es su nombre». Es un gran regalo a Nuestro Santo Padre Calasanz en ese año jubilar. Toda la Escola Pía está de fiesta.

 

Un regalo a Calasanz

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Bendición de nuevas aulas en Carora.

En una conocida canción de la Obra Musical sobre la vida de San José de Calasanz hay una escena en la que se produce un diálogo tenso entre el párroco de Santa Dorotea y Calasanz. El P. Brandini no quiere aceptar más niños en la escuela porque ya no hay espacio y faltan los recursos. El P. Calasanz intenta convencerlo de que hay que abrir las puertas de la escuela a los pobres para que aprendan las letras y el santo temor de Dios.

Ya sabemos cuál fue la final de la historia. En otoño de 1597 la escuelita de Santa Dorotea se convierte en gratuita y comienzan a llegar niños de toda Roma. Desde entonces, los escolapios no hemos dejado de «abrir las puertas» construyendo escuelas para el pueblo.

El día 4 de octubre tuvo lugar la bendición de las nuevas aulas del colegio Cristo Rey de Carora con la asistencia del P. Provincial, escolapios, miembros de la Fundación Itaka y de la Fundación Polar.

Es la primera fase de un nuevo edificio destinado a los niños de Primaria en tanda matutina y vespertina. Quedaría emprender el proyecto del segundo piso.

Nuevas aulas para los pobres… Un precioso regalo a Calasanz en este año jubilar tan cargado de bendiciones.

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Tocados por Calasanz

Compromiso definitivo en la Fraternidad Escolapia

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La historia reciente de Carora no puede entenderse sin los escolapios que llegaron hace 65 años sembrando la fe y el amor por Calasanz. Todos dejaron su impronta particular en tantos niños y jóvenes que crecieron en las aulas del colegio Cristo Rey y en los grupos de la parroquia.

Siete de esos jóvenes «tocados por Calasanz», pioneros del Movimiento Calasanz en Carora, hoy laicos adultos miembros de la Fraternidad Escolapia hicieron su compromiso definitivo: Ana Esther, Alexis, Yelitza, Carmen, Ana, Neida y José Rafael.

La misa la presidió el P. Provincial Francisco Montesinos quien les animó a ser garantes del carisma escolapio en el servicio a los niños, especialmente pobres. El P. General les escribió una carta felicitándoles por esta decisión valiente y les animó a vivir en fidelidad a la vocación recibida.