Inicio » Publicaciones con la etiqueta 'Espiritualidad' (Página 2)
Archivo de la etiqueta: Espiritualidad
Camino a la santidad
EL PADRE BRUNO en el 41 aniversario de su partida.
Los escolapios llegaron a Centroamérica en 1949 por solicitud del obispo de Managua al padre general P. Vicente Tomeck, en una visita a Roma. Debían hacerse cargo del Colegio Seminario Tridentino de la ciudad León. Desde entonces la presencia de religiosos escolapios valencianos en Nicaragua, pues a esta provincia escolapia se le encomendó la tarea, no se ha interrumpido. Los padres Barberá Ferris y José Sanfeliu fueron los primeros que plantaron la semilla del lema escolapio: “Piedad y Letras¨ que ha florecido en diversos países de la región. Uno de ellos, el P. Bruno, turolense de nacimiento, pero formado en el postulantado Godelleta, dejó una huella tan profunda que nadie duda de su futura santidad.
Estuvo en Godelleta hasta el año 1949, fecha en que fue destinado como Superior de la Casa de Gandía, donde desarrolló una intensa labor pedagógica y de predicación por todos los pueblos de La Safor. De allí, y a fin de impulsar los primeros pasos de los escolapios en aquellas tierras, fue destinado a Nicaragua.
Veinte años después, un 29 de diciembre de 1972, fallecía como consecuencia de las graves heridas sufridas en el demoledor terremoto que asoló Managua. Tenía 65 años. Fueron dos décadas donde desarrolló una intensa actividad creadora. “Era un hombre de una actividad frenética; parecía no dormir. Muchas veces nos preguntábamos cómo era posible que soportara tal ritmo de trabajo”, nos dice el padre Manuel Antequera, de Rafelbuñol, otro de los escolapios guiados por el carisma calasancio y el afán misionero que llegó a Centroamérica para ayudar a levantar el Colegio Calasanz de San José de Costa Rica: “El padre Bruno nos encargó la tarea y guió nuestros pasos para superar todas las dificultades, que fueron tremendas. Los escolapios en Centroamérica han vivido en la más estricta pobreza. Creamos colegios desde la nada; hemos vivido en las casas más pobres, a veces sin una silla donde sentarnos y dirigimos nuestra labor a los más necesitados. En nuestros centros hay escuelas gratuitas y en las de pago sólo nosotros sabemos las becas que otorgamos a los más necesitados. El padre Bruno derramó santidad por donde pasó. Siempre disponía de tiempo para acercarse a los niños de los barrios más pobres y enseñarles la doctrina. Era su actividad preferida. Para todos los que le conocimos no nos cabe la menor duda de que era un santo; un hombre sin un ápice de malicia”. En el Colegio de Managua hay una inscripción que dice: “Y todo lo hizo bien…”
OTROS TESTIMONIOS
“Su sencillez de carácter trascendía todos los actos de su vida, siempre usaba solamente un par de zapatos, no hay para qué tener más. Nunca tuvo un reloj propio, salía de su habitación a ver la hora que marcaba el que estaba en la pared de la comunidad. Era pobre de cosas personales, para vivir con intensidad su amor a Cristo, no necesitaba de nada más que su inmenso talento, su sencillez y su intensa vida espiritual”, comenta José Media, secretario de la Asociación de Ex alumnos del Colegio Calasanz de Nicaragua
SUS ÚLTIMAS HORAS
El padre Bruno se encontraba durmiendo en uno de los colegios creados por los escolapios la noche del terremoto. “El y yo nos quedamos dentro del colegio, ya que los demás salieron para pasarla noche en un autobús por miedo a los continuos temblores”, ha relatado el padre Barberá, ya fallecido. Tras el seísmo: “me desperté sepultado por los escombros y no podía ni gritar porque me había cortado la lengua, mientras que al padre Bruno nadie lo podía encontrar”. Finalmente, los compañeros de los escolapios pudieron rescatarlos gravemente heridos. “Había un puesto médico y cuando le llegó el turno al padre Bruno se lo cambió a un niño, a pesar de que por dentro estaba reventado”. Después, ambos fueron trasladados a un hospital donde, el misionero ahora en proceso de beatificación, ‘momentos antes de morir, comenzó a oficiar una misa por un ex alumno fallecido años antes. Hizo toda la misa de memoria y hasta una hermosísima homilía”, señaló el padre Barberá. Instantes después murió.
En el Vaticano, el día 2 de abril de 1982, el Cardenal Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos aceptaba abrir la Causa del padre Bruno.
Artículo publicado en el diario Levante-EMV el día 2 de abril de 2006
Alberto Soldado
Ejercicios espirituales
Ayer lunes, comenzaron en nuestra casa de Managua (Nicaragua) la segunda tanda de Ejercicios dirigidos los escolapios que no pudieron asistir a los de Venezuela en el mes de septiembre.
Nos hemos reunido 21 religiosos de Costa rica, Cuba y Nicaragua. Los ejercicios los dirige el P. Pablo Pezzei, misionero comboniano que que actualmente trabaja en Nicaragua pero estuvo más de 20 años en Perú y Chile.
Los Ejercicios concluirán el viernes por la tarde con una reunión con todos los presentes en la que el P. Provincial dará informaciones de las últimas semanas y adelantará el calendario del año próximo que concluirá con la Celebración del Capítulo Provincial.
Talleres de Espiritualidad Escolapia y Movimiento Calasanz
El viernes 01-Nov los colegios de la presencia escolapia en Valencia han estado de formación con los temas: Espiritualidad Escolapia y el Movimiento Calasanz.
Los facilitadores en el Colegio Calasanz fueron: P. Jesús María García de Eulate, Beatriz Pérez, Leonardo Henao. En la Obra Social Calasanz fueron: PP. Rosalio Lugo y Juan Carlos de la Riva. En ambos sitios se disfrutaron de los temas. Ver fotos
Carta a Calasanz desde Cuba.
A TODOS USTEDES ESCOLAPIOS, LAICOS Y RELIGIOSOS
Yo, Calasanz, sigo en Cuba, en todos ustedes y continúo mi labor educativa después de tantos años.
Sí, después de aquel lejano 1600, cuando empecé mi pequeña escuela en aquel barrio pobre de Roma; después de 156 años de aquellos primeros escolapios que llegaron a Guanabacoa; ¡hoy, yo, Calasanz, sigo viviendo en Cuba!
¿No me han visto en las dos parroquias de San Nicolás y San Judas y de Guanajay y en la Iglesia de Guanabacoa? ¿No me han visto en los diversos cursos y talleres de los tres Centros Culturales Calasanz?
He estado en las diversas Escuelas de Verano para Educadores, en el Curso de Monitores y Premonitores; y en las diversas actividades y campamentos de los scouts.
Y cada mañana, recibía a los diversos grupos de pequeños y adolescentes del Esplai, que viven alegres entre juegos y dinámicas buscando comprometerse en construir una Tierra mejor para todos: más limpia, protegiendo la vida, salvando el futuro…
Y todo eso no lo hacen solo esos pobres cuatro religiosos escolapios…
Sin todos ustedes, los maestros, el personal de cada parroquia, de cada Centro Cultural Calasanz, sin ustedes los monitores y premonitores, sin el amor de cada día de las familias, mi presencia educativa no sería posible.
¡Cuántos Escolapios! ¡Cuánta gente joven y no tan joven que cree en la educación como pieza fundamental para la reforma de la sociedad!, como dije ya hace muchos años.
¡Cuánta gente que cree que vale la pena el servicio de la educación, principalmente entre los más pequeños y los que más lo necesitan!
Yo, Calasanz, les digo a todos ustedes: Sigan en su vocación de educadores, vale la pena alegrar el corazón de los pequeños, animarles a mejorar, en todas sus dimensiones, este mundo que tenemos en nuestras manos. Cuba nos necesita, Cuba necesita que entre todos hagamos un mundo más justo, más libre, más solidario y comprometido.
Gracias, escolapios todos, laicos y religiosos. Gracias por su trabajo, su esfuerzo en vivir y luchar por un mundo más humano y por tanto más cristiano.
Gracias por el amor con que realizan su trabajo educativo, sirviendo sobre todo a los más necesitados, como yo descubrí en Roma hace ya tantos años. Gracias porque este amor engendra amor y porque este es el Gran Mandamiento de Jesús, al que intentamos seguir todos.
Qué alegría sentirles y saberles escolapios conmigo. En ustedes y con ustedes sigo vivo y educando en la Cuba de hoy.
Un gran abrazo a cada uno,
JOSÉ CALASANZ
Guanabacoa, 25 de agosto de 2013



