La semana pasada, después de tres días de gozoso encuentro bajo el lema “La Fraternidad, nuestro Lugar para los nuevos Trastéveres” e inspirados por la cita del profeta Isaías, “Ensancha el espacio de tu tienda, alarga tus cuerdas, refuerza tus estacas. Is. 54. 2”, el II Consejo General Ampliado de la Fraternidad ha terminado hoy con la celebración de la Eucaristía presidida por el P. General.

En esos días, hemos tenido oportunidad de evaluar el trabajo realizado en estos últimos tres años por parte del Consejo General y conocer con detalle la realidad de cada Fraternidad demarcacional.

Algunas Fraternidades, como las de Eslovaquia y Hungría, se hacían presentes por primera vez en estos encuentros, con lo que ello ha conllevado de alegría por tener noticias de nuevas hermanas y hermanos. Con el mismo gozo hemos conocido los primeros pasos de las fraternidades escolapias de África del Oeste y Estados Unidos y Puerto Rico.

Especialmente significativa fueron las palabras del P. General que, en nombre de la Congregación General nos recordó la riqueza que supone la Fraternidad para la Orden y la responsabilidad de quienes nos toca el servicio de acompañarla para que crezca en identidad escolapia y sintonía con la Orden.

En el día de ayer pudimos sentir también el aliento de tantas hermanas y hermanos que se conectaron online para recordarnos que es en este momento, a nuestra vuelta a nuestras comunidades de origen cuando comienza nuestra tarea de comunicar y transmitir lo que hemos vivido aquí.

Hoy por la mañana ha sido el momento de priorizar las propuestas que elaboramos los equipos en el día de ayer, habiendo quedado claro el énfasis que tenemos que hacer por avanzar en una formación de religiosos y laicos que incluyan las claves de la participación, por conectar la Fraternidad con el Movimiento Calasanz y por clarificar el lugar de la Fraternidad en la Orden y en cada Demarcación, aprovechando el modelo de presencia escolapia en los diferentes niveles.

En la sesión final, los testimonios de Elena de Betania y el P. Javier de Brasil-Bolivia, han abierto un momento donde cada quien hemos podido expresar lo que nos llevábamos del encuentro.

En resumen, este II Consejo General Ampliado ha sido una experiencia de comunión en la Casa de Calasanz, sólo posible gracias a la acogida y el esfuerzo de quienes viven y trabajan en ella, y hacen que cada vez que venimos nos sintamos en nuestra propia casa.

Finalizó el V Consejo Asesor de la Red Itaka-Escolapios.

La mañana ha comenzado con una oración preparada por la Comisión Ejecutiva. Las dos sesiones de la mañana se han dedicado a un nuevo rato de trabajo en grupos con su posterior puesta en común en plenario, en esta ocasión con el objetivo de plantear pasos concretos de avance en la Red para los próximos cursos.

Los grupos han reflexionado en cómo avanzar en las dos líneas del Plan Estratégico 2021-2027, “hacia un sujeto escolapio compartido” y “para crecer en misión escolapia compartida”, planteando propuestas en la organización de la Red y las demarcaciones, la comunicación interna, entre distintas realidades escolapias y hacia la sociedad… así como numerosas iniciativas y actividades que se podrían poner en marcha. Será trabajo de los próximos meses concretar las acciones.

La primera sesión de la tarde se ha organizado, por primera vez en este Consejo Asesor, por demarcaciones para evaluar el trabajo de estos tres días, contextualizarlo a cada realidad y concretar los próximos pasos en cada demarcación.

Tras la puesta en común se ha procedido a leer un borrador de la carta final resultante de este Consejo Asesor dirigida a la Red Itaka-Escolapios y al conjunto de las Escuelas Pías. Con las aportaciones realizadas en el plenario la comisión ejecutiva queda encargada de realizar la redacción final de esta carta de cierre del Consejo Asesor que se difundirá en los próximos días.

La jornada la ha cerrado la Eucaristía presidida por el P. Juan Alfonso Sierra.

Al finalizar la última sesión de la mañana, el Padre General ha realizado ante el Consejo Asesor un anuncio muy relevante, tanto de parte de la Congregación General de la Orden como del Consejo General de la Fraternidad. De acuerdo con el documento de organización de la Red Itaka-Escolapios, a ambos equipos les corresponde efectuar conjuntamente los nombramientos del presidente y del coordinador general de la Red, en este segundo caso previa escucha del Patronato. Nombramientos que estaba previsto se realizaran precisamente coincidiendo con este Consejo Asesor.

Así pues, tras el discernimiento y el contraste oportuno entre los implicados, la Congregación General y el Consejo General han decidido nombrar nuevo presidente de la Red Itaka-Escolapios al P. Juan Alfonso Serra, Provincial de Centroamérica y Caribe. Sustituirá por tanto en este servicio al P. Javier Aguirregabiria, quien ha sido el presidente de la Red desde su misma constitución.

Respecto al Coordinador General, la Congregación General y el Consejo General acordado nombrar de nuevo a Igor Irigoyen, que ha venido desarrollando esta responsabilidad en los últimos años.

Tras este anuncio y las palabras de agradecimiento del P. General, especialmente al P. Javier, este ha recibido el aplauso unánime y prolongado de todos los participantes, en agradecimiento a su fundamental servicio a la Red Itaka-Escolapios.

El P. General conversa con jóvenes: “Nuestro reto como escolapios es ser auténticos”

Con motivo de la celebración por la vocación escolapia el próximo 31 de enero, el P. General compartió una conversación informal con jóvenes en un directo de Instagram. El P. Pedro recordó su vocación primera, en sus años de estudiante en el colegio escolapio de Bilbao, y respondió a las diferentes aportaciones que los jóvenes fueron presentando, con la coordinación de Juan Diego, junior escolapio de la provincia de Nazaret.

El P. Pedro destacó que uno de sus grandes desafíos como general de la Orden es el de “ponerse en el lugar del otro” para comprenderlo. “Es tratar de entender lo que se lleva a cabo en cada lugar para poder acompañar”, concreta. “Todas las provincias de la Orden –explica– están luchando por ser fieles a Calasanz, por ser fieles a la misión, Calasanz, a los niños… y la clave es comprender que esas respuestas son diferentes en la India, en Bogotá o en Filipinas…”. Y esta tarea “solo puede hacer con mucha escucha, con mucho tiempo, con oración y reflexión”, compartió el P. Pedro.

Acompañar sin dar ejemplo no tiene sentido: “no te van a creer”.

El P. General hizo hincapié en la celebración del Sexenio vocacional impulsado desde el pasado año por la Congregación General. “Queremos cambiar la cultura vocacional de la Orden”, explica el P. General y destaca el acompañamiento como elemento clave. Y, ¿cómo es ese acompañamiento escolapio? “Pues tiene mucho de escucha, pero también de provocación para llegar a lo profundo del joven”, destaca. Es necesario acompañar en la oración, en las búsquedas y también, inevitablemente, con el ejemplo. En este sentido, el P. General fue claro: “Acompañar sin dar ejemplo no tiene sentido: no te van a creer”.

En una conversación repleta de anécdotas de vida, el P. Pedro reconoce descubrir constantemente entre los pequeños y jóvenes con los que tiene contacto en sus viajes, las claves de su vocación. “Una vocación, nacida de la intuición de José de Calasanz hace más de cuatro siglos, y que sigue siendo tan actual como necesaria”.

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