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Encuentro que favorece la esperanza y la misión
A partir del día 10 al 13 junio se realiza el Encuentro de Superiores Mayores de la circunscripción americana en República Dominicana. Asisten a este encuentro el P. General Pedro Aguado; los Superiores Mayores de América, P. Francisco Anaya (USA-PR); Daniel Velázquez (Vice-provincia de Californias); Sergio Fernando Hernández (México); Juan Alfonzo Serra (Centroamérica y Caribe); Oswaldo Espinoza (Nazaret); Javier Aguirregabiria (Brasil-Bolivia); Sergio Conci (Argentina) y Miguel del Cerro (Chile); el P. Emmanuel Suárez (Delegado del P. General para la Construcción de las Escuelas Pías), el P. Javier Alonso (Delegado del P. General para el Ministerio Insustituible), el P. Julio Alberto Álvarez (Asistente General por América). También hemos invitado de manera especial a Mons. Félix Lázaro Sch. P., Obispo emérito de Ponce (Puerto Rico) y a Mons. Carlos Curiel Sch. P., Obispo de Carora (Venezuela) a compartir el encuentro con nosotros.
TEMAS FUNDAMENTALES que deseamos abordar en el encuentro
- La sostenibilidad integral del Ministerio desde la óptica de la “cultura organizacional”
- El servicio a los pobres y nuestra respuesta educativa.
- El desarrollo de la Oración Continua en la circunscripción.
- Movimiento Calasanz, la calidad de los procesos pastorales y la Participación.
- Reflexionaremos sobre los desafíos centrales para la evangelización en América Latina y el Caribe, con referencias también a la realidad de USA. Contaremos con la ayuda y orientación del Gustavo MORELLO SJ, sociólogo de la Religión, argentino, que trabaja actualmente en Estados Unidos, en el Boston College.
- La reflexión sobre unas “Jornadas Escolapias de América”.
Pedimos su oración en estos días de reflexión, discernimiento y compartir.



16 Octubre. Beato Pietro Casani

Tenemos formada una imagen del R. Casani como religioso muy espiritual, con estilo arcaico, amable, culto, fiel a sus principios, rigorista y obediente, silencioso y pobre. Este retrato responde a la realidad, pero es incompleto. Casani tenía don de gentes, alternaba con gusto con nobles y dignatarios eclesiásticos, le gustaba viajar, resolvía problemas. Pero también soñaba, era utópico y proponía excentricidades llevado de su radicalismo evangélico.
Quizás por todo ello gozó de la confianza de Calasanz, tan distinto en su manera de ser, concreto y realista. Se complementaron y colaboraron desde 1614 cuando el P. Pedro fue nombrado rector de San Pantaleo y el P. José continuó siendo prefecto o director de las escuelas allí radicadas. En 1617, al crearse la Congregación Paulina, Casani, que pertenecía a la Congregación de Lucca desde 1594, prefirió adherirse a las Escuelas Pías y fue el primero en recibir el hábito escolapio de manos de Calasanz y el primer Maestro de novicios, cargo que ejerció en varias ocasiones y en diversos lugares. A él se atribuyen con fundamento las «Reglas para los Novicios de las Escuelas Pías». Más tarde fue Asistente General varias veces, Provincial de Liguria y de Nápoles, Visitador General de las nuevas fundaciones en Europa central y, finalmente, propuesto para Vicario General de la Orden. Fue verdaderamente hombre de confianza del Fundador.
22 Septiembre. Día de los Mártires Escolapios

El primer escolapio que derramó su sangre como mártir de Jesús fue el R Tomás Sperat, que murió en 1681 cerca de Prievidza, en la actual Eslovaquia. El último, el R Józef Córszczyk, asesinado mientras celebraba la Eucaristía en Maciejowa (Polonia) en 1964. Algunos otros han perdido violentamente su vida por el Evangelio, pero el testimonio de los escolapios ha sido mayoritariamente incruento. Muchos han sufrido persecución, destierro, cárcel, penalidades y desprecio, en distintas épocas y lugares por ser fieles al Señor y a su vocación calasancia.
Hay, sin embargo, un momento concreto en la historia en el que el testimonio martirial escolapio fue muy numeroso y desde entonces nos mueve «una gran nube de testigos… a fin de que también nosotros creamos con fortaleza la prueba que se nos propone, fijos los ojos en Jesús» Hb 12,1-2).
Víctimas de la persecución desatada durante la guerra de 1936 en España murieron mártires seis religiosas escolapias, ya beatificadas, una religiosa calasancia, cuyo proceso se desarrolla favorablemente, y 203 religiosos escolapios de los cuales trece han sido beatificados. Tenemos 210 hermanos y hermanas mártires, además de muchos familiares y exalumnos.
Todo bautizado está llamado por el Padre a identificarse con Jesús por obra del Espíritu. No todos llegan a un mismo grado en este proceso. Los mártires reciben la gracia de una identificación plena. A todos dice Jesús: «permaneced en mí, permaneced en mi amor». Los mártires son llamados a demostrar su amor, dando su vida por el Amigo, participando en su misterio pascual de muerte y resurrección, unidos íntimamente a Él.
Anuario 2022: el desafío de la interculturalidad
El Anuario Escolapio de 2022 se centra en uno de los desafíos más apasionantes que tiene planteado la Orden y el conjunto de las Escuelas Pías: la interculturalidad. Nuestra Orden, como la Iglesia y la sociedad, es profundamente plural y diversa. Convivimos, y construimos Escuelas Pías, personas de tradiciones, culturas, idiomas y sensibilidades diversas. Y buscamos caminar en común. Nuestra capacidad de hacer cosas juntos siendo distintos, de construir comunidad siendo diferentes, de educar en escolapio siendo diversos es, como digo, apasionante.
Este anuario trata de presentar la riqueza del momento que vivimos, sabiendo que lo importante son los dinamismos que hacen posible que esa diversidad se convierta en respuestas compartidas, en vida común, en planteamientos fraternos, en testimonio de comunión y de entrega a la misión.
Bajó del cielo
Cuando compartimos el Credo, cada domingo, decimos una frase que es muy significativa, pero a veces se nos puede escapar: “por nosotros y por nuestra salvación, bajó del cielo”. Dios se hace uno de nosotros, asume y comparte nuestra condición, y transforma por completo nuestra vida, ofreciéndonos el don de la plenitud.
Este misterio del amor de Dios empieza en un pesebre y termina en una cruz. En Navidad, como en Pascua, lo que conmemoramos es el infinito amor de Dios por todos y cada uno de sus hijos e hijas, por cada uno de nosotros. Por eso sentimos una profunda y honda alegría en la celebración de la Navidad. Celebramos que somos amados por Dios.
La Navidad es “abajamiento”. Nosotros, los escolapios, nos sentimos muy llamados a vivir esta dinámica, que San José de Calasanz nos propone con su vida y ejemplo. Calasanz nos dice que el mejor camino para comprender y vivir el amor de Dios es “abajarse para dar luz a los niños”. Resuena en nuestra alma el anuncio del profeta: “El pueblo que caminaba en tinieblas ha visto una gran luz; a los que habitaban en tierra de sombras, una luz les ha brillado” (Is 9, 1).
Escucharemos este texto en la Misa de Nochebuena. La Navidad nos ilumina en medio de la noche, también ahora, en un mundo como el nuestro en el que vemos tantas dificultades, sufrimientos y faltas de sentido de humanidad. Cristo se hace uno de nosotros para darnos luz, la luz del amor del Padre.
A todos los religiosos de la Orden y a todas las personas que caminan, buscan y viven en las Escuelas Pías, nuestros mejores deseos en esta Navidad. ¡Feliz Navidad!
La Congregación General de las Escuelas Pías



