La reunión de SSMM de América fue celebrada en la Provincia de Nazaret, en la ciudad de Bogotá, Colombia. La recepción de los hermanos escolapios de las comunidades del Rincón y del Paraíso fue fraterna y siempre atenta. Dedicamos una tarde a compartir la vida y la mesa, en clave de corresponsabilidad por construir las Escuelas Pías que necesitamos. Resaltamos la presencia alegre y esperanzadora de los novicios de Nazaret: Bryan y Juan Diego; así como del junior Juan Diego. Les animamos a seguir adelante con su vocación. Por otro lado, en medio de las reuniones de diálogo entre los SSMM, el Colegio Calasanz recibió a todos los superiores, y les mostraron la pasión por la misión que religiosos y laicos desarrollan con los niños y jóvenes de esa ciudad. Gracias por su entrega alegre y trabajo diligente.
Esta reunión fue convocada por la Congregación General para dialogar con los actuales Provinciales sobre el proceso de recepción del 48o. Capítulo General, así como del desarrollo de los procesos capitulares demarcacionales en la circunscripción americana. Por otro lado, todos los Superiores Mayores compartieron los logros, y también los desafíos que viven las demarcaciones en lo ministerial, en la vida fraterna, en lo referente a una adecuada y sistemática Cultura Vocacional, así como los desafíos socio-políticos culturales y educativos que viven nuestras presencias escolapias.
Subrayamos nuestra solidaridad y cercanía con las presencias en Centroamérica y el Caribe, por las difíciles circunstancias que rodean la vida pública en su cotidianidad. Agradecemos profundamente su entrega y servicio en favor de la niñez y la juventud, pues claramente hay un llamado profético de construir un futuro esperanzador como fruto del Reino de Dios en el mundo.
Finalmente, la reunión de SSMM de América concluyó con una serie de desafíos comunes que como circunscripción posibilitarán la colaboración interdemarcacional. Reconocemos que los dones de la circunscripción deben estar abiertos al conjunto de la Orden. La Circunscripción Americana es consciente de su recorrido histórico y la fuerza con la que puede colaborar a las diferentes realidades de la Orden. En un ambiente y clima de apertura, diálogo, discernimiento, análisis de la realidad y de oración seguiremos trabajando para hacer presente a Calasanz en los rostros de niños y jóvenes en América.



