El décimoquinto día ha estado dedicado a la centralidad en Jesucristo, siguiendo el trabajo capitular y compartiendo, en la última sesión, la misión de Guatemala, donde los escolapios están presentes desde el año pasado.

La eucaristía matinal del XLVIII Capítulo General ha estado presidida por la provincia de Nazaret. El P. Juan Pablo Anduquia compartió la reflexión acerca del evangelio del día, destacando que la «autoridad» de Jesús está relacionada «con las luchas internas que nos permiten comprendernos y también así conocer las luchas internas de otros y poder acompañarlos mejor».

Las mañana ha estado dedicada a la «Centralidad en Jesucristo» con los testimonios de Christian Ehemba de África del Oeste, P. Juan Alfonso Serra de Centroamérica y Caribe, el P. Mateusz Pindelski de Polonia y P. Juan Pablo Anduquia de la provincia escolapia de Nazaret. En un ambiente distendido, los cuatro protagonistas han desgranado su historia vocacional desde su particular experiencia. El P. Christian Ehemba centró sus aportaciones sobre la importancia de la comunidad religiosa. «No necesitamos `francotiradores´, la misión es un proyecto comunitario», afirmó en su exposición.

Juan Alfonso Serra, compartió su testimonio centrándolo en la dimensión misionera. «Tenemos que sacar esquirlas de esperanza de la realidad –expresó durante su intervención–, especialmente en contextos de pobreza y escasez”. Por su parte el P. Pindelski hizo hincapié en que «la centralidad de Jesús no es importante en sí misma, sino como puerta para llegar a las entrañas del Padre». Por último, el P. Juan Pablo Anduquia, describió la vida comunitaria como “el lugar privilegiado donde transparentar tu vida». Con un interesante diálogo participado por los capitulares finalizó la mañana.

Después de la comida, se volvió al trabajo capitular abordando el núcleo de la espiritualidad escolapia y en la segunda sesión vespertina comenzaron las votaciones de las proposiciones y propuestas. Al final de la tarde, el P. Paco Anaya presentó la misión de Guatemala, una de las más recientes en las Escuelas Pías. Ubicada en las ciudades de Cabricán y Huitán, la misión nació el año pasado y tiene a su cargo tres escuelas y una parroquia que atienden a cerca de 300 pequeños. Se trata de un proyecto interdemarcacional, sostenido por tres demarcaciones, las Provincias de USA Puerto Rico y México y la Viceprovincia de las Californias. Francisco López, laico escolapio destinado allí, relató su día a día en la misión y su rica experiencia en la comunidad conjunta.