El P. Pedro Aguado toma la palabra al inicio de la última sesión de trabajo de la II Asamblea para comunicar la persona que ha designado para completar la formación del Consejo General: será el religioso P. Emmanuel Suárez, de la Fraternidad de México. Una persona con gran visión de Orden, conocimiento de la realidad y de la Fraternidad, sensibilidad para afrontar este servicio y aportar novedad. Así que con un aplauso de los asistentes y gran alegría se ha acogido su incorporación. De esta manera queda completado el Consejo General, haciendo visible y real este sujeto compartido de religiosos y laicos.
Es inmenso el agradecimiento al Padre Javier Aguirregabiria por todo lo aportado en este sexenio, por el impulso de la Fraternidad sin descanso y la disponibilidad del P. Emmanuel, que acoge el nombramiento con gratitud y humildad por la confianza depositada en él.
La primera parte de la sesión de hoy ha sido nuevamente de trabajo en grupos, para tratar de hacer propuestas concretas que ayuden al nuevo Consejo General en la definición de las líneas estratégicas para la Fraternidad en el nuevo sexenio. Rico, como siempre, el diálogo y el compartir.
Las experiencias significativas compartidas hoy nos han acercado a Hungría, Chile y a Betania.
En la segunda sesión, el Consejo General ha dirigido unas palabras a los asistentes con mucha cercanía. Es difícil recoger en estas líneas todo lo que ha dicho, pero os ofrecemos algunas pinceladas: han manifestado su alegría por el encuentro de estos días, por el sueño de Calasanz compartido entre tantos religiosos y laicos. Estamos viviendo un momento de esperanza e ilusión al ver crecer la fraternidad, es necesario que cuidemos de esta preciosa criatura, para que siga creciendo sana y fuerte. El Consejo asume con gran disponibilidad el compromiso de acompañar a las fraternidades existentes y a todas aquellas que el Espíritu quiera que nazcan. Con la experiencia de esta asamblea online el reto de estar más cerca está a nuestro alcance y lo tenemos que aprovechar. Han sido días de mucho gozo, esperanza y agradecimiento a Dios.
Tras estas palabras se ha abierto un diálogo abierto, siendo generalizado el sentimiento de gratitud y alegría por los días compartidos en esta asamblea.
El P. Pedro Aguado ha cerrado este momento de diálogo con tres palabras claves: GRACIAS, ENVÍO Y ESCUELAS PÍAS. Ha insistido en que lo que hemos hecho estos días es poner nuestro granito de arena en la construcción del Reino de Dios. Hemos de tener claro que no hay más que un centro y este es Jesús, que tenemos un padre, al que hemos de conocer y amar, que es Calasanz, que tenemos una vocación que hay que cuidar, un anhelo que es el servicio a tantos niños y jóvenes. Un gran desafío encarnar todo esto. En palabras de Calasanz: “sigan trabajando por los niños, confíen en Dios, manténganse unidos y no pierdan la alegría”.
Y como no podía ser de otro modo terminamos de cara a quién nos convoca con una oración animada por la Fraternidad de Polonia.
Podéis ver muchos materiales, experiencias trabajados estos días en la web: http://www.escolapios21.org
Consejo de la Fraternidad General