
Proceso pastoral mediante el cual en nuestras obras se anuncia de forma explícita el Evangelio, se procura vivir en conformidad con él y se promueven las catequesis, acciones solidarias, la oración continua, la vida espiritual, la vida sacramental, el discernimiento vocacional, la inserción en la Iglesia.
Anunciar el Evangelio, el alma de la escuela de Calasanz.
La misión escolapia comienza con el siglo XVII en Roma de la experiencia de misión que tuvo Calasanz. Estamos en plena Contrarreforma, un tiempo en el que la Iglesia Católica está haciendo un gran esfuerzo en cultivar y formar en la fe a todas las personas. La formación religiosa y moral se atendía a través de las catequesis dominicales obligatorias para todos los niños, pero no era suficiente para tener una buena educación. Calasanz comprende que el mejor remedio para educar a los pobres era, además, ofrecer una buena formación intelectual de los niños.
Calasanz da por supuesto que en una buena educación no podía faltar nunca el anuncio explícito del Evangelio y una buena formación religiosa y moral que apartara a los alumnos de los vicios y les ayudara a practicar las mejores virtudes del hombre y del cristiano. En esta formación, entraba también la formación religiosa y moral, que Calasanz considera como lo más importante: “sobre todo, la piedad y doctrina cristiana”, “prepararlos para la tierra y el cielo”, “ayudarle a bien vivir y a bien morir”.
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