A todos los hermanos, congregados en el retiro que se realiza en Barquisimeto durante estos días de junio; un fuerte abrazo en el Señor, en esta fiesta del Corpus Christi. Fiesta de larga tradición en nuestro país, que nos hace recordar la profunda devoción eucarística del pueblo venezolano, y nos acerca al misterio de nuestro Dios que se hace alimento y vida para todos los hombres y mujeres de nuestros tiempos.
Deseo expresarles a través de estas líneas, primeramente, mis disculpas por no poder hacerme presente en esta actividad, de vital importancia y trascendencia para nuestra fraternidad venezolana. En este espacio buscamos encontrarnos con el Señor, quien nos congrega y nos llama a vivir con audacia calasancia nuestro compromiso bautismal. Espero que sea para todos una oportunidad de renovar su fe en medio de las Escuelas Pías de Centroamérica y Caribe.