CELEBRACIÓN DEL SEXTO ANIVERSARIO DE LA CONSTITUCIÓN DE LA PROVINCIA DE CENTROAMÉRICA Y CARIBE
Celebramos el inicio de un nuevo año, y con él el sexto aniversario del nacimiento de nuestra Provincia de Centroamérica y Caribe. Damos gracias a Dios por este acontecimiento que marcó un ante y un después en la vida de nuestras comunidades y presencias. Ante este hecho, que surge del Espíritu, quisiera hacerles llegar unas palabras que nacen de mi reflexión sobre el camino recorrido y los retos que nos plantea el futuro.
Como en la vida de todo ser humano, reconocemos que los primeros pasos siempre son complejos, difíciles, y nunca exentos de caídas y tropiezos; sin embargo, darlos es necesario para poder andar y llegar a tu destino. Caracterizo así los primeros años de la provincia, la cual tuvo que nacer y aprender a caminar por los nuevos senderos que se proponían. Logramos, después de un arduo trabajo, definir los horizontes que fueron sistematizados en nuestro Proyecto Marco y en los Estatutos. Esto nos ayudó a expresar con claridad hacia dónde queríamos caminar y las rutas por las cuales llegaríamos a nuestro destino. Y así empezamos a dar los primeros pasos, temerosos algunos; valientes otros. Los miedos y las resistencias convivían con la ilusión y el deseo de construir juntos un proyecto. Nunca podemos dejar de agradecer la labor que asumieron en aquel momento el P. Francisco Montesinos, designado y posteriormente elegido como P. Provincial por el primer capítulo y su Congregación.
Fuimos dando los pasos que nos ayudaron a crear la Provincia. Una tarea titánica en los hombros de un grupo pequeño, distribuido en países de costosa conexión, con diferencias significativas en sus culturas y en su tradición escolapia, pero con una riqueza ministerial y un grupo significativo de jóvenes que iban ordenándose y renovando el rostro de las comunidades y presencias.
Desde esos primeros momentos hemos llegado al presente. Después de unos días de celebrar el II Capítulo Provincial, podemos decir que en todo este tiempo hemos sentado las bases necesarias. Los retos y las dificultades no desaparecen, pero ahora podemos verlas desde otras perspectivas, e integradas con un número amplio de fortalezas y oportunidades que nos convencen de que es posible en la medida en que caminemos con proyectos claros, responsables y equipos que animen e impulsen cada una de las áreas y claves de vida priorizadas.
En obediencia al Capítulo, tenemos clara la ruta para consolidar la demarcación. El camino se concreta en el impulso de la cultura vocacional, el diseño de un modelo formativo coherente y articulado, la innovación pedagógica y pastoral, la identidad calasancia, el fomento de la participación de los laicos, y una gestión económica clara y exigente. Esto lo alcanzaremos en la medida en que todos nos comprometamos a animar cada una de nuestras presencias desde estas líneas básicas.
Todo esto nos llevará a atender el gran desafío que nos plantea la Iglesia latinoamericana: “revitalizar nuestro modo de ser católico y nuestras opciones personales por el Señor, para que la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y los pueblos latinoamericanos como acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo” (CELAM. V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe. Aparecida, 13 al 31 de mayo de 2007, #13)
El desafío está claro, la ruta está definida… ahora nos queda dar los pasos, desde las bases ya consolidadas, para alcanzarlo. Renovemos juntos nuestra esperanza y naveguemos, mar adentro, al destino que el Señor nos tiene preparado. Asumamos, ya desde ahora, la tarea de ser discípulos misioneros escolapios.
En Caracas, al primer día del mes de enero de 2019, en la Solemnidad de María, Madre de Dios.
P. Willians Costa Provincial.
Me hago presente, por la Comunión fraterna para Celebrar esta Obra de Dios. Que el Espíritu Santo ilumine siempre su Caminar y cada uno le conceda la Fuerza para seguir «alegres en la Esperanza, firmes en la Fe y comunicando la «Alegría de Evangelio», allí donde el Señor nos envíe. Un Fuerte y Fraternal abrazo
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