Hace apenas unos meses el P. General nos dirigió una carta a todos los escolapios y presencias para que nos embarcáramos en el camino sinodal al que el Papa nos ha convocado atendiendo la realidad de los jóvenes.
Sin duda es un tiempo de gracia y de bendiciones en el contexto de nuestro año jubilar Calasancio, porque implica ESCUCHAR a los jóvenes en sus realidades, DIALOGAR sobre sus anhelos y desafíos y juntos DISCERNIR lo que la Iglesia pide mediante la voz del Espíritu.
En Venezuela, la última reunión se Equipo de Pastoral nos ha solicitado que en cada una de las presencias del país desarrollemos la fase local del Sínodo (iniciando este camino juntos) para luego encontrarnos como país y juntos podamos atender a esta petición de la Iglesia que no es más ponerse en manos de Dios.
En el marco la Solemnidad de la Fiesta de Calasanz en Barquisimeto hemos desarrollado esta fase, con alegría y entusiasmo. Todos los grupos, desde caminantes hasta la fraternidad, han sido convocados y nos encontramos este 26 de Agosto en las instalaciones del Liceo.
La jornada se ha desarrollado estupendamente y nos hemos sentido llenos de Dios por esta oportunidad, hasta el punto de que los jóvenes nos han iluminado con us profundidad y espontaneidad abriéndonos su corazón y su vida.
Seguimos orando por el sínodo y clausuraremos esta fase local con la Eucaristía en honor a nuestro santo José de Calasanz. Les animamos a todos a vivir con alegría esta oportunidad.