El pasado sábado 18 de febrero, más de 60 niños y algunos animadores del Movimiento Calasanz de los dos Centros Culturales, La Habana y Guanabacoa, y de Guiteras, otro barrio capitalino donde también ha comenzado a proponerse, se reunieron para celebrar su día.
Al encuentro también asistió el padre Víctor Filella schp., quien les dio la bienvenida a los niños y los invitó a que se presentaran con un baile. Luego se pasó a explicar el motivo por el que estaban allí; se les explicó a unos, los más nuevos, y se le recordó a otros, el ideario y propósito del Movimiento Calasanz, lo que representa cada una de sus etapas y lo que implica pertenecer a él. Al concluir esta primera parte, tanto los niños como los propios animadores tuvieron oportunidad de conocer más a fondo la vida y obra de San José de Calasanz a través de un rally que duró más de una hora. Tras conformar varios equipos de edades mixtas, se les explicó que debían pasar por varias pruebas en las que tenían que demostrar no solo agilidad, inteligencia y creatividad, sino también cuánto sabían de las Escuelas Pías, de su presencia en el mundo y de su fundador; sin dudas, una manera creativa de ponerse en sintonía con el jubileo convocado por la Orden y con las fechas calasancias que se están celebrando.
Cabe aclarar que el encuentro no se celebró el día 15 de febrero, día fijado por la Orden, porque al tratarse de un día escolar, se vería afectada la asistencia de todos los niños al mismo.
Al terminar el rally y definir los equipos ganadores, los niños de los dos Centros Culturales tuvieron tiempo para disfrutar de las atracciones del lugar, conocerse, compartir y darse cuenta de que aunque los separe la distancia permanecen unidos a Jesús en esta pequeña porción de la Iglesia que es la Escuela Pía, gracias a Calasanz.
Sin lugar a dudas, es motivo de júbilo para todos nosotros, los animadores del Movimiento Calasanz, que esta barquita siga viento en popa en nuestra isla, a pesar de las dificultades, y más ahora que nos preparamos para celebrar también los 160 años de tener a Calasanz entre nosotros por medio de sus hijos: los padres escolapios.