Durante los dos 11 y 12 de enero,  el junior Venio Bonhomette y el P. Willians Costa tuvieron la oportunidad de realizar la visita a Puerto Príncipe,  Haití, en consonancia con el plan operativo de Pastoral Vocacional que hemos diseñado para llevar adelante el proceso de nuestros jóvenes con inquietud vocacional de este país.

Durante el primer día, acompañados por Francisco Civil,  pudimos visitar el Liceo «Antenor Firmin», donde nos encontramos con los jóvenes de 2° y 3° año de bachillerato. Allí pudimos hablarles sobre la vocación, y les invitamos a participar de las actividades que estaremos desarrollando allí durante la Semana Santa. Más de 20 jóvenes se anotaron en la propuesta, por lo que probablemente realizaremos el trabajo con un número significativo de jóvenes. 

Este mismo día, durante la tarde, pudimos hacer un recorrido por una de las zonas devastadas  por el terremoto de 2010. Todavía algunas secuelas siguen presentes. Juntos, pudimos hacer nuestra oración en el mausoleo que se erigió en la Parroquia «San Gerardo». Nuestra oración fue dar gracias a Dios por la vida, que nos ha sido dada para entregarla a quienes más lo necesitan. Además, pedir a Dios por tantas familias que aún hoy lloran la pérdida de sus seres queridos, pedir a Dios que vaya haciéndose el protagonista de cada paso y cada acción que vamos emprendiendo allí, y que vaya iluminando a nuestros jóvenes en su discernimiento.

Al día siguiente pudimos concretar el encuentro con quienes desde hace un año han estado conociendo y profundizando en su discernimiento vocacional escolapio. Francisco Civil, Widmail Iris, y Giorgy Auguste, llegaron a la casa de los familiares de Venio, quienes gustosamente nos han recibido desde nuestras primeras andanzas en la ciudad. Allí tuvimos nuestra oración y reflexión sobre nuestras claridades y nuestros obstáculos vocacionales. También hicimos una lectura comentada de la vocación de Samuel, la cual iluminó el momento que van viviendo los muchachos en este proceso.

También pudimos compartir los alimentos, y un paseo por Petion-Ville, que nos permitió compartir como pequeña comunidad y conocer la ciudad.

Con el favor de Dios estaremos allí en Semana Santa, ofreciendo a los jóvenes un espacio para iniciar un encuentro con el Dios de las llamadas.

El nombre de Calasanz comienza a hacerse presente en medio del «creole»… que él sea nuestra inspiración.