La fiesta de nuestro Padre ‘cae’ en nuestra Provincia en diversas situaciones. Sólo Nicaragua y Costa Rica están en pleno curso escolar, el resto lo celebra en noviembre en la fiesta del Patrocinio.
En Managua, en León, en el Colegio de San José de Costa Rica y en la Ciudad Hogar, también de San José, la persona de Calasanz volvió a recordarnos palabras como fidelidad, entrega, niños y jóvenes necesitados de las manos y el corazón de tantos escolapios, religiosos y laicos, que son llamados a compartir la misión que nos dejó Calasanz.
Hoy, un día después, los escolapios aún sentimos la alegría de sentirnos hijos de Calasanz, en medio de tantos niños y jóvenes. Pero son necesarias más manos, más corazones, para atender a tantos niños y jóvenes que necesitas de la Piedad y las letras para cambiar sus vidas, su sociedad, la Iglesia. La llamada sigue estando ahí. La respuesta es una decisión personal. Ánimo.
A todos, FELICIDADES.