En el colegio Calasanz de Caracas ubicado en el popular barrio de CATIA, un grupo de alumnos se reúnen periódicamente con la profesora de Informática para hacer programaciones para mover pequeños ROBOTS ganados en concursos escolares de robótica. Quizá esta nueva generación de estudiantes esté perdiendo muchas competencias que en otro tiempo eran consideradas muy valiosas: caligrafía, lectura, memoria… pero tienen otras capacidades que nos impresionan. y es que, cuando dejamos que los niños activen su creatividad, es realmente asombroso.