Obra Social «San José de Calasanz» (Valencia)
El pasado día 10 de febrero comenzaba en nuestra Obra Social la ya tradicional Semana de la Paz, esta vez unida a la celebración del día de la juventud en Venezuela (12 de febrero) y el del amor y la amistad (14 de febrero). Tres grupos de alumnos diferentes pusieron música y movimiento a la Semana con tres bailes bien significativos sobre la paz.
Durante la semana los alumnos han desarrollado diversos talleres: «Te escucho, me escuchas», «La mediación para resolver conflictos», «Cuentos por la paz», etc… además de que en muchas asignaturas y en guiaturas se ha abordado el tema con profundidad, y con abundantes materiales.
Como gesto, cada sección colaboró en el mural «Calasanz nos une por la paz», que hoy preside nuestro patio central, con manos de todos los colores y los mejores deseos para el país y el mundo.
La eucaristía fue también un llamado a vencer el odio, fruto de la baja estima y el resentimiento; con amor y concordia. Los muchachos estuvieron bien animados y participativos, y el ministerio de la música preparó algunas canciones especiales para la paz: El mundo que soñé, un millón de amigos…
El viernes 14 tuvo lugar el desfile de la juventud, donde los cursos de 4°, 5° y 6° años nos emocionaron con sus consignas llenas de espíritu calasancio y de buenos deseos para vivir feliz en un país mejor.
Tras el desfile, una representación teatral nos invitaba a superar el rencor y a sentir el llamado de Dios a construir la paz desde el perdón y la reconciliación. Se hizo también un homenaje y recuerdo a todos los países que viven en conflicto, marcando con explosiones negras en un gran globo del mundo que presidió también las celebraciones de los más pequeños.
La foto final en el mural expresaba nuestros mejores deseos de estar unidos por la paz.
La marcha por la paz tuvo lugar el domingo día 16, desde nuestra capilla de Amalez hasta el Calasanz. Comenzó con la eucaristía, en la que todos fuimos golpeados por la noticia de la muerte de dos salesianos en la misma ciudad a manos de unos malandros adolescentes que les robaron sus vienes y su vida. Con el corazón dolorido, nuestro grito de paz por las calles fue más fuerte que nunca, con estaciones y paradas en las diversas capillas en las que los jóvenes bailaron y representaron nuestro deseo de paz, para terminar en el Calasanz con un cierre de bailes, mini-marathon, rap por la paz y bailoterapia, además de mucha oración.
La tensión continúa en el país con marchas de protesta y fuerte represión por parte del Gobierno y de grupos incontrolados. Seguimos pues orando por la paz, y alargando nuestra Semana de la paz y la juventud. Dios nos acompaña.