Sí, eso somos. Pero lo extraordinario de este ordinario dicho es lo que da sentido a esta locura: JESÚS. Hombres locos por Jesús apasionados por la humanidad, la humanidad pequeña y frágil de los niños y niñas de la ciudad de Caracas que acuden a diario a nuestro Colegio “San José Calasanz”, con sed de PIEDAD y LETRAS,  donde nuestra vocación escolapia crece y se consolida, movidos por el anhelo de ser fieles seguidores de Jesús y de su Evangelio, desde las claves de vida que tuvo san José de Calasanz, gracias a su tesonera paciencia y afortunado atrevimiento de dejarlo todo para el servicio de los más pequeños.

La Casa de Formación “Nuestra Señora de Coromoto” está conformada por los PP. Jesús Pérez, Willians Costa (Rector y Maestro), el Hno. Javier Barandalla; los juniores Alain Poudy, José Luis Colmenárez, Freddy Araujo, Roniyer Rodríguez y Luis Hernández, y nuestros hermanos pre-novicios José Miguel Suleiman y Diego Fuentes (todos en la foto).

Esta semana ha sido una oportunidad para nuestra Comunidad, haciendo un alto en las actividades cotidianas de pastoral y estudios, para acoger y fraternizar con hermanos que en la Escuela Pía nos van marcando el paso, como hijos de Calasanz, en el seguimiento del Maestro. Sí, ha sido una semana de visitas que siguen acompañando, agradeciendo y animando la vocación escolapia. Todo comenzó con la visita del P. General, Pedro Aguado, el P. Fernando Hernández, Asistente General y nuestro Padre Provincial, Paco Montesinos. Luego continuó con la llegada del P. Javier Alonso, Asistente Provincial en el área de Ministerio, quien emprende su recorrido por los Colegios en reuniones de evaluación según las claves de calidad calasancia.

Un evento nos prepara para el encuentro y el conocimiento entre hermanos locos por Jesús, al mejor estilo Calasanz: nuestra Iª Asamblea Provincial de la naciente Provincia de Centroamérica y Caribe; por ello, recibimos en nuestra comunidad a los PP. Daniel Hallado, Provincial de Betania y al P. Ángel Cuevas, Asistente Provincial (nos acompañan en la foto); una nueva oportunidad para agradecer a Dios el don de la vocación escolapia que Él deja caer a manos llenas sobre todos los que se dejan mover por Él, desgastando toda la vida, allá donde la Escuela Pía les ha pedido servir, para que la vida crezca en los más desfavorecidos.

Y así termina ésta pequeña reseña de una cuerda de locos por Jesús, apasionados por la humanidad al estilo CALASANZ…